
‘El secreto sagrado que fue escondido de los pasados sistemas de cosas y de las generaciones pasadas. Mas ahora ha sido puesto de manifiesto a sus santos» (Col 1:26 -Versión Nuevo Mundo-).
LA IGLESIA: SU NACIMIENTO
Comenzó en Pentecostés, cincuenta días después de la pascua judía, después que Jesús ascendió a los cielos. Y desde aquel día permanece en la tierra.
LA IGLESIA: EL NUEVO PUEBLO DE DIOS
»Pero ustedes son una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias” de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa» (1 P. 2:10 -Versión Nuevo Mundo-).
LA IGLESIA: ¿QUIENES LA CONFORMAN?
»Por lo tanto, sigan recordando que en otro tiempo ustedes (los gentiles) eran gente de las naciones en cuanto a la carne (…) que estaban en aquel mismo tiempo sin Cristo, alejados del estado de Israel y extraños a los pactos de la promesa (prometidos a Abraham), y no tenían esperanza, y estaban sin Dios en el mundo. Pero ahora, en unión con Cristo Jesús, ustedes (los gentiles) los que en un tiempo estaban lejos han llegado a estar cerca por la sangre del Cristo. Porque él es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos uno solo (LA IGLESIA) y destruyó el muro de en medio que los separaba» (Ef. 2:11-13 -Versión Nuevo Mundo-).
Los judíos y los gentiles dejan de ser <diferentes> cuando se convierten a Jesucristo, a partir de allí pasan a ser parte de la iglesia:
»Porque así como el cuerpo es uno, pero tiene muchos miembros, y todos los miembros de ese cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es el Cristo. Porque, de hecho, por un solo espíritu todos nosotros fuimos bautizados [para formar] un solo cuerpo (la iglesia), seamos judíos o griegos (gentiles), seamos esclavos o libres, y a todos se nos hizo beber un solo espíritu» (1 Co. 12: 12-13 -Versión Nuevo Mundo-).
LA IGLESIA: LA HERENCIA DEL NUEVO PUEBLO
»En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe <EN LOS CIELOS>, lugar de donde también aguardamos con intenso anhelo a un salvador, el Señor Jesucristo» (Fil. 3:20 -Versión Nuevo Mundo-).
»(…) nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Esta se ha reservado <EN LOS CIELOS> para ustedes» (1 P. 1:3-4 -Versión Nuevo Mundo-).
LA IGLESIA: SU TÉRMINO
Concluirá cuando el Cuerpo de Cristo <que es la iglesia> esté completo, cuando eso suceda, Jesucristo la vendrá a buscar:
»(…) en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante el toque de la última trompeta. Porque la trompeta sonará y los muertos serán resucitados incorruptibles (…) Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con [el] Señor’‘ (1 Cor. 15: 52; 1 Tes. 4:17 – Versión Nuevo Mundo-).
¿Se debe anunciar < HOY > El Evangelio Del Reino?
El Evangelio Del Reino es el mensaje de salvación que se entregará <DURANTE> el tiempo de la tribulación para la salvación, cuando les será necesario perseverar hasta el fin para ser salvos.
Mientras que el cuerpo de Cristo no esté completo, el evangelio de la inescrutables riquezas de Cristo debe seguir siendo predicado. <HOY> es tiempo de <Buenas Nuevas>, y para la iglesia existe <UN SOLO EVANGELIO>, el de la gracia, el cual se debe predicar:
»Sin embargo, aunque nosotros o un ángel del cielo les declarara como buenas nuevas algo [que fuera] más allá de lo que nosotros les declaramos como <Buenas Nuevas>, sea maldito» (Gá. 1: 8 -Versión Nuevo Mundo-).
LA IGLESIA: SU CELESTIAL ESPERANZA
»Porque sabemos que si nuestra casa terrestre (nuestro cuerpo), esta tienda, fuera disuelta, hemos de tener (los santos) un edificio procedente de Dios, una casa no hecha de manos, eterna,<en los cielos>. En cuanto a nosotros (los santos), nuestra ciudadanía existe <en los cielos> (…) la esperanza que está reservada para ustedes <en los cielos>. (…) para una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada <en los cielos> para ustedes (los santos)» (2 Co. 5:1; Fil. 3:20; Col. 1:5; 1 P. 1:4 -Versión Nuevo Mundo-).
Frase Célebre: »La esperanza es la primera razón para darlo todo»