El Verbo se hizo carne
«Pero cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que llegó a estar bajo ley, para que librara por compra a [los que se hallaban] bajo ley…» (Gálatas 4:4-5 -Versión Nuevo Mundo-).
El Hijo tuvo humanidad, el Verbo < no >. Al Hijo le era necesario nacer de mujer para poder llegar a ser un simple hombre.
La expresión nacido de mujer da testimonio de la singularidad de su persona la cual < no intervino en la creación >.
POR LO TANTO ES INCORRECTO decir que Dios < primero creó al Hijo > y mediante el Hijo creó todas las cosas.
Fue el Verbo el precursor de <TODO > lo creado, < no > el Hijo. El Verbo no tuvo Padre ni madre, en cambio el Hijo debía tener humanidad y nacer bajo la Ley, y eso a pesar de haber sido el creador de la Ley. Pero el Hijo, en su gracia, se puso a sí mismo < bajo la Ley > para poderla honrar con su vida y de esa forma quitar la maldición de la Ley con su muerte.